28 de febrero de 2007

Pretende el lento desdén de la inocencia
un lugar que ampare el entendimiento
y allí esperar a que los motivos
se ofrezcan en oraciones simples
y rezar a la conveniencia,
viajar a su antojo por ciudades vacías
y fundar sus calles y colegios,
negociar salarios para el perdón y la ira,
cruzar un puente entre dos mares
que se eleve sobre paisajes oscuros
y edificios deshabitados
y así no tocar la piel de los que lloran
ni contagiarse de una enfermedad más grave
que la propia necesidad.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

el mundo virtual de "second life" me recuerda a tu poema-reflexión. en parte lo define. parece en ocasiones q la specie humana no te entusiasma como ser q habita y dormita en la tierra. un saludo.

Clamavi dijo...

Está difícil ese entusiasmo.

Ignatium Regis dijo...

Hacía tiempo que no entraba en el blog (estuve una semana sin ordenador, por algo que nadie supo, pero que impuso una reconfiguración) y me gustan tus últimos poemas. Ya sé que nos espera, por ello, una serie más ocura, maldito, que eres u maldito.

Siento no poder ir al festival.

Por cierto, que el viernes próximo toca Calamari Union (el vocalista es el hermano de Alfredo) su último concierto. Se disuelven.

Un abrazo, hermanos. Se os añora.