31 de mayo de 2006

Concierto de Pauline en la Playa en Gijón


Las hermanas Mar y Alicia Álvarez presentaron el pasado sábado en la Colegiata San Juan Bautista de Xixón su nuevo album, Silabario, dentro del ciclo Intersecciones organizado por Cajastur. Es su cuarto trabajo y la crítica parece haberse puesto de acuerdo en que también es el mejor. Quien escribe lo suscribe. El concierto del sábado fue el mejor concierto de Pauline al que yo haya asistido, y las canciones nuevas suenan con una fuerza que las anteriores composiciones no tenían. Si hace pocas semanas Manta Ray demostró ser, más que nunca, un grupo de rock sin prefijos ni sufijos, el sábado le tocó el turno a Pauline, musica pop pero con una fuerza más propia del rock. Guitarras acústicas -las dos de las hermanas Álvarez-, un contrabajo maravilloso, batería y un saxofonista-trompetista-teclista que se ganó al público a base del preciosismo de sus intervenciones. Una atmósfera musical mucho más dura sobre la que los textos de Mar y Alicia, tejidos con la cotidianeidad de cacharros de cocina, insectos y demás bichos y ungüentos caseros contra el mal de amores, resultan aún más sorprendentes. Más intensas son, igualmente, las incursiones en el terreno del jazz, género al que la voz de Alicia se adapta perfectamente.

A lo largo del espectáculo, pequeños excursus al pop más puro de sus trabajos anteriores; entre ellos, Rueda corazón, Titubeas, Mi bañera o la canción que nos pone la piel de pollo a todos los que alguna vez hemos tenido que pasar demasiado tiempo fuera de Gijón por obligación y no por devoción: Rumbo norte. Antes de terminar, un regalo inesperado: Dance me to the end of love con voz de Alicia Álvarez, convenidas ambas de que el respetable se sabría la letra. No fue así, pero una parte del público se animó igualmente a batir palmas durante los estribillos. Entre canción y canción, y entre desafinado y afinado de guitarra, Mar dio rienda suelta a su natural simpatía -no lo puede evitar- incluso a pesar de habérselo prometido al dueño de la mejor librería de todo Gijón: su padre, que, ya que estamos, hizo cola como todo el mundo. Auténtico, como Paradiso.

Pues lo dicho: las felicito por haber sacado ese punto de más emoción o de más mala hostia o lo que sea, y yo me alegro por mí misma que tuve la suerte de escucharlas. El concierto, en último término, dedicado con dulce sorna a los que se habían quedado fuera...

Sanders

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